17 jun 2013

El talento te va a fallar.

Hace unas semanas íbamos en el coche mi madre y yo. Ella de camino al trabajo y yo a la facultad, cuando me comentó la noticia de Maduro que tanto revuelo estaba creando. Aquella en la que él afirmaba que Chávez se le había aparecido en forma de "un pajarito chiquitito".

"Eso es influencia de la leyenda de El Pájaro Chogüí." - Me dijo mi madre. 

"elpájarochogüí..." repetí yo anonadada en mis pensamientos de las 7:30 de la mañana. 

Y entonces ella empezó a entonar aquella canción entre las muchas que de pequeña me cantaba. Y que yo había olvidado hasta ese momento. 

"Cuenta la leyenda que en un árbol se encontraba encaramado un indiecito guaraní, 
que sobresaltado por el grito de su madre perdió apoyo, y, cayendo se murió.

Y que entre los brazos maternales por extraño sortilegio en Chogüí se convirtió...
Chogüí, chogüí, chogüí, chogüí
qué lindo está mirando acá.
Mirando allá, volando se alejó...
Chogüí, chogüí, chogüí, chogüí ..."


Y fue como "otras, Chogüí" -No os riáis de mí, que esa canción y el cuento de El gallo Quirico marcaron mi infancia-.  

Y gracias a estas cosas me he recordado que somos la influencia de lo que vemos, oímos, percibimos y sentimos. Por eso es importante culturizarse e impregnarse de la influencia de otras personas. 

Siempre me ha llamado la atención lo étnico. En futuros posts os hablaré sobre lo que creo que son mis influencias en cuanto a estética de decoración, ropa y muchas veces también musical. 

Mi cuarto post cuando empecé este blog versaba sobre "hippilonguis" estilo con el que muchos me han relacionado y con el que en cierta medida me siento identificada. 

He estado volviendo a ver mi blog desde el principio. Revisando cosas que escribí, canciones que solía escuchar en bucle por temporadas. Ideas que ocupaban mis pensamientos y mis libretas. 




Y he recordado eso que decían. Que no existe una manera fácil. Que no importa cuán talentoso seas, tu talento te va fallar si no lo desarrollas. Si no estudias, si no trabajas duro, si no te dedicas a ser mejor cada día. 

Empiezo a querer entender eso que mi madre muchas veces me repitió. Todas las veces que me enseñó obras de autores importantes a las que yo no hice caso. (Y las veces que ahora también me enseña cosas o me da ideas y "yo estoy con el no", como lo llama ella, y no le quiero prestar atención.) 

Lo contenta que me puse cuando aquel verano a los 10años me apuntaron a clase de pintura. Y lo contenta que volvía cada día a casa porque la profesora nos enseñaba técnicas en función de lo que nosotros queríamos pintar. Y había hecho que mi constante réplica no fuera: "a mi me gusta pintar lo que quiero no lo que la profesora dice que pintemos". 

Y que con los años dejé de pintar porque no me gustaba que hubiera buenas técnicas impuestas por otros que regían cómo pintar bien o mejor. 

A veces me dan unos prontos que no me gustan nada. Me salen sin querer. Siempre me ha hervido la sangre cuando alguien intenta poner límites a todo lo que sea comunicar mi forma de sentir o de pensar al exterior. Pero a veces es importante olvidar lo que nosotros pensamos y sentimos y dejarnos influenciar por lo que piensan y sienten otros para aprender de ellos. 

Y hoy más que nunca creo que es bueno empaparse del trabajo de otros para aprender. 

Siempre me ha gustado preguntar a gente que es experta en algo, preguntar y quedarme horas y horas y horas y más horas callada, escuchando aquello que yo desconozco. 

Pero ponerme a buscar para conseguir inspiración me da como rabia. No sé, me parece como que estoy copiando y prefiero inventar a mi aire. Hoy dándome cuenta de que esto es un error. (Y sé que me va a costar cambiar). 

Impregnarse de lo que otros hacen puede ser muy muy valioso. Y ten por seguro que si no lo ejercitas, tu talento te va a fallar.

Y ejercitar tu talento también es culturizarte de lo que hacen otros que comparten tu afición. 

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